Biografía
Cristina (de legisladora combativa a presidenta fashion)
SYLVINA WALGER
(Ediciones B - Buenos Aires)
Lo que la periodista y socióloga Sylvina Walger opina de Cristina Kirchner queda sellado, negro sobre blanco, en el segundo párrafo del prólogo. Veamos: "una mujer extremadamente autoritaria, amarga, arbitraria. Pero, antes que nada, sometida a los deseos de su marido". Es decir, la licenciada Walger no hesita en formular su declaración de principios de manera transparente y expeditiva.
Idéntica repulsa que la Presidenta les merecen el peronismo en general y Néstor Kirchner en particular, amén, por añadidura, de todo aquello que concibe, olfatea o colige como una izquierda más o menos vigorosa. Y ese tono, sea para introducir un tema, sea para concluirlo; sea entre guiones o entre paréntesis; a quemarropa o sesgado, cuando viene el caso y cuando no viene al caso, recorre de principio a fin un libro que, según hizo constar en el prólogo de marras, no constituye una biografía "sino simplemente una colección de postales o estampas".
En realidad, varias de las mentadas postales y estampas resultan atrayentes o decididamente jugosas, y algunos capítulos (por caso, ¿Y dónde está el piloto? y El inconsciente kirchnerista) reúnen información, hipótesis y reflexiones susceptibles de ser tomadas en cuenta. Es allí donde se perfila con mayor fluidez el puente entre el personaje en cuestión, su orientación política, su política misma y las consecuencias de sus decisiones. Es allí, entonces, donde la impronta periodística de Walger cobra dimensiones más fecundas y más llevaderas. Claro que llegar a esas páginas implicará antes una abnegada toma de distancia de un cóctel maniqueo y paternalista. Es que Cristina (De legisladora combativa a Presidenta fashion) es un libro destinado a convencer a los convencidos y ahuyentar a los ahuyentados. Walger desdeña olímpicamente el saludable ejercicio de disponer de las piezas en la mesa para que cada quien se aboque a armar el rompecabezas. Huelgan los puntos suspensivos, las entrelíneas, los ciframientos, las sutilezas. Huelga, en definitiva, apostar a la inteligencia de los eventuales lectores. Abrazada con ahínco a su lógica de simpatías y antipatías, a sus premisas ideológicas y a su franca aversión a los Kirchner, la autora persiste en su filípica de una manera tan machacona que, por medio de la forma, termina por lesionar el contenido: distrae, perturba, saca de clima e invita a preguntarse cuánto de lo observado emana de una investigación propiamente dicha y cuánto de un rejunte de chimentos de segunda mano, interpretaciones forzadas y vulgar prejuicio. Con todo, estará en quien cultive un genuino interés de conocer más a fondo las derivas de la Presidenta, de su señor esposo y de la gestión K en particular, desentrañar hasta dónde se trata de una colección de postales y hasta dónde de un manifiesto tendencioso.
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Walter Vargas